La familia de los Ashton está en decadencia y ha caído en desgracia con la corona. Ante la muerte de Enrique VIII y Guillermo, subirá al trono María la sanguinaria, hija de Catalina de Aragón – católica, por supuesto – quedando la failia de los Ashton, protestante y escocesa, en mala posición. Enrico, cabeza de la familia, quiere que su hermana, Lucía, se case con Lord Arturo Bucklaw, pero sabe que Lucía se ve secretamente con Edgardo de Ravenswood, familia mortalmente enfrentada a los Ashton. Edgardo quiere pedir la mano de Lucia a su hermano, y así firmar finalmente la paz entre las familias antes de marchar a Francia, pero Lucía le pide que espere aún un poco. Ella lo esperará fiel, y le promete su amor eterno y su mano a su vuelta de Francia. Pero Enrico, con la ayuda de Normano, su jefe de guardia, ha logrado falsificar una carta en la que Edgardo aparece relatando a Lucía su casamiento con otra mujer. Se la muestra a Lucía y la insta a casarse con Lord Arturo. Lucía se niega pero su tutor, Raimondo, capellán d ela familia, le dice que debe resignarse y aceptar el matrimonio. Temblorosa y entristecida, firma Lucía el contrato nupcial en el momento en que Edgardo irrumpe en la fiesta. Raimondo detiene a los hombres de Enrico que se disponen a atacar, pero Edgardo, enterado de la boda, maldice a Lucía. Corre hasta las ruinas de una torre abandonadas en medio de la tormenta y Enrico lo alcanza buscando cobrar la ofensa recibida en el casamiento. Enrico y Edgardo se enfrentarán a duelo al amanecer en el cementerio de los Ravenswood. Pero mientras tanto, la celebración de la boda de Lucía y Arturo es interrumpida por Raimondo, que anuncia que Lucía se ha vuelto loca, y ha matado a Arturo. Lucía irrumpe en la fiesta, con sus ropas manchadas de sangre, en completo estado de delirio, creyendo estar frente al altar en que se casará con Edgardo, hasta caer al suelo sin sentido. En el cementerio, Edgardo está dispuesto a morir: ya nada le importa sin el amor de Lucía. Unos lugareños le cuentan de la locura de Lucía, que lo llama a todo momento, y finalmente Raimondo anuncia la muerte de Lucía. Edgardo, vencido por completo ante la noticia, se suicida.