El libreto, que Guillaume Métayer desarrolló junto con el director David Marton, se basa en la novela homónima del escritor húngaro László Krasznahorkai, publicada en 1989, que capta de forma evocadora el peculiar estado de ánimo apocalíptico con palabras y una gran fluidez narrativa. La actitud ante la vida de nuestro tiempo se visualiza a través de la música totalmente contemporánea del compositor francés Marc-André Dalbavie, conocido por su estética de sensible sensualidad sonora. A partir del texto y la composición, David Marton desarrolla una "ópera cinematográfica" en la que las tradiciones y técnicas del teatro musical se encuentran con elementos del cine. Una visión cinematográfica especial de la forma artística de la ópera abrirá nuevas perspectivas y dimensiones.