Durante una tormenta, tres viajeros se refugian en una posada en el campo. Alberto está comprometido con una mujer que nunca ha conocido, y está camino a conocerla. Don Parmione, acompañado por Martino, está tratando de encontrar la hermana de su amigo, que ha desaparecido. Cuando la tormenta termina, Alberto sale, accidentalmente tomando el equipaje de Parmenione con él en lugar del suyo. Martion abre la maleta de Alberto y descubre, entre sus papeles, un retrato de su supuesta futura esposa. Parmenione decide hacerse pasar por Alberto y reclamar la novia para él. En la casa de Don Eusebio, Ernestina, que está pasando por problemas económicos, accede a extender su estadía y tomar el rol de acompañante de Berenice. Berenice, preocupada de casarse con un hombre que jamás ha conocido, pide a Ernestina que se haga pasar por ella. Ella mientras tanto se hará pasar por criada, así puede observar a Alberto y decidir si está preparada para casarse con él. Parmenione, acompañado por Martino, ahora se anuncia como Alberto y corteja a la distinguida Ernestina, sin darse cuenta que no es la mujer del retrato. Ambos se sienten atraídos mutuamente. Alberto llega y conoce a la supuesta criada, Berenice. Una atracción mutua también nace entre ellos, pero Berenice está consternada cuando se entera que Alberto ya aparentemente ha llegado y puede probar su identidad, mientras que este hombre no tiene papeles para identificarse. El verdadero Alberto y el impostor tratan de convencer a Eusebio de que son quien dicen que son, y Berenice, que sabe con cuál le gustaría casarse, sujeta a Paremione a un severo escrutinio. Eventualmente debe admitir su engaño. Bernice puede ahora casarse con Alberto y Parmenione puede casarse con Ernestina – que resulta ser la mujer que estaba tratando de encontrar, la hermana de su amigo.