El Malo contra el Peor

La producción se nutre de tres estéticas importantes: el Cine Negro americano, la Comedia Negra de fines de los años 30 y principios de los 40 y el cine de terror de las mismas décadas.

El denominado Cine Negro es un género cinematográfico desarrollado con gran esplendor en la década de los 40s en Estados Unidos. Se caracteriza por sus decadentes personajes, la diferenciación de los valores (la lucha del "bueno contra el malo" es desplazada por la lucha de "el malo contra el peor") y el destino trágico de sus protagonistas. Principalmente son películas de gangsters, al estilo Sed de Mal (Orson Wells), La Mujer Marcada (Lloyd Bacon) o Casablanca (Michael Curtiz). 

Para muchos críticos este tipo de cintas son el inicio de lo que ahora se conoce como Cine de Humor Negro, marcando el paso de transición hacia cintas más irreverentes, como producto de la sociedad moderna, tomando como eje temático la burla o la ironía a los valores e instituciones socialmente establecidos, basándose en personajes extremos en situaciones límites. La familia, la iglesia, la policía, son dibujadas como formas obsoletas de vida, nunca honorables ni efectivas. Sin embargo, la burla no es gratuita, sino el pretexto para la reflexión. 

El Cine de Humor Negro, refleja el vacío espiritual y moral de las generaciones postmodernas, la sordidez de un mundo sin utopías; representa el lado sombrío del sueño americano. El paralelismo de sus historias vuelve risible toda coincidencia, principalmente por la facilidad con que incide lo temible, pero insospechado. Ni el peligro ni la venganza, ni tampoco la penitencia escapan al caos postmoderno de este cine.