Luisa Fernanda es una joven inquilina en la posada de Mariana, donde vive con su padre, Don Florito. Luisa Fernanda está enamorada de Javier Moreno, un militar que fuera mozo de la posada y a quien considera su novio, pero que cada vez viene menos a visitarla, en particular desde su ascenso a coronel. Mariana, que quiere a Luisa Fernanda como una hija, preferiría que en vez de esperar a Javier la chica atendiera los requerimientos de Vidal Hernando, un rico hacendado extremeño que la pretende, pero Luisa Fernanda es fiel a sus sentimientos. Javier llega a visitar a Luisa Fernanda, pero no la encuentra. En su lugar, encuentra a Aníbal, quien ocupa ahora el lugar en la posada que él ocupara de joven y que le presenta a Luis Nogales, un ideólogo liberal de la revolución, también inquilino de Mariana. Nogales y Aníbal abordan a Javier, ante la mirada atenta de la Duquesa Carolina, que vive frente a la posada y tiene declarada ideología monárquica. Vidal se entera por Aníbal que Javier podría abrazar la ideología liberal, y se declara monárquico, simplemente por pararse en la vereda de enfrente de su competidor romántico. La Duquesa Carolina aborda entonces a Javier, y con sus descarados encantos lo trae nuevamente al partido monárquico, ante el estupor de Aníbal, Nogales y sobretodo Luisa Fernanda. En ese momento, Vidal decide también cruzarse de partido político. Durante la Verbena de San Antonio, Javier y Carolina se pasean desfachatadamente. Al llegar Luisa Fernanda con su padre, Mariana no pierde la oportunidad de comentarle la situación a la joven. Al llegar Vidal, la Duquesa Carolina lo aborda tratando de traerlo al partido monárquico sin éxito. Implacable, la Duquesa decide entonces subastar un baile para “juntar más dinero para San Antonio”. La situación desencadena una batalla de ofertas entre Javier y Vidal, que Vidal gana. Pero cuando llega el momento de bailar, Vidal le regala el baile de la Duquesa a Javier, a lo que Javier contesta con un desafío. Vidal se retira, pero promete aceptar en otro momento la disputa. La revolución estalla y pese a la valentía de Vidal Hernando liderando a los liberales, estos son derrotados. Javier pretende detener a Vidal pero Luis Nogales se declara el cabecilla de los insurrectos y es detenido en su lugar. Luisa Fernanda, que salvó la vida de Javier durante la revolución, lo ve con la Duquesa Carolina, y decide aceptar la propuesta de matrimonio de Vidal Hernando y mudarse a la Extremadura. Finalmente el triunfo de la revolución encuentra a Luisa Fernanda, Mariana, don Florito y Aníbal refugiados en la hacienda de Vidal en Extremadura. La Reina ha sido destronada y la Duquesa Carolina ha huído a Portugal. Javier está desaparecido, dándosele por muerto en la batalla de Alcolea, pero aparece en Extremadura, buscando el perdón de Luisa Fernanda. Ella insiste en mantener su palabra a Vidal, pero este la rechaza notando que en realidad ella siempre va a estar enamorada de Javier. Así, Vidal renuncia al amor de la joven.