Morosus, un viejo lobo de mar, se ha retirado en su casa para buscar descanso. No hay nada en el mundo que odie más que el ruido, producto de una vieja herida en el oído interno, y hasta el murmullo de su Ama de llaves le molesta, y no puede soportar la música. Su Barbero sugiere que se case con una mujer silenciosa. Sin embargo, aunque a Morosus le gustaría tener a una mujer cerca, no se decide. Inesperadamente su sobrino llega para una visita. La alegría de Morosus se empaña cuando descubre que su sobrino se ha convertido en tenor de una compañía de ópera. Lo deshereda cuando se niega a dejar de cantar y lo echa de la casa. Morosus le pide entonces al Barbero le procure una mujer silenciosa como compañía. Los actores y el Barbero deciden engañar al viejo futuro marido. Aminta, la esposa de Henry, será la “mujer silenciosa” y después de la falsa boda hará de la vida de Morosus un infierno. El Barbero presenta a Morosus con tres diferentes “mujeres silenciosas”: Aminta junto a Carlota e Isotta, todas parte de la misma compañía de ópera. Morosus elige a Aminta, ya que Carlotta e Isotta actúan de forma torpe y afectada. Otros miembros de la compañía disfrazados de cura y notario realizan la boda. Morosus está feliz. Pero, tan pronto como la boda termina la mujer silenciosa se convierte en un verdadero demonio. Se queja, protesta y desafía a Morosus por el control de la casa. Ahora Morosus está feliz cuando Henry promete calmar a la mujer y ayudarlo a descansar. Al día siguiente una gran actividad se despliega en la casa: maestros de canto y pianistas aparecen por todas partes. La música nunca se detiene y actores disfrazados de trabajadores dan todo tipo de espectáculos, hasta que Morosus exhausto pide un descanso. Promete la mitad de sus propiedades a Aminta con tal que ella lo deje, y está feliz cuando finalmente se libera de ella. Incluso está contento con que Aminta sea en realidad la mujer de Henry, y da su bendición al casamiento, feliz de poder alejarse de todo ese ruido.