El Théâtre Lyrique fue una de las cuatro compañías de ópera en existencia en París durante la mitad del siglo XIX (las otras tres eran la Ópera, la Opéra-Comique y el Théâtre-Italien). La compañía fue fundada en 1847 como la Opéra-National por el compositor francés Adolphe Adam y renombrada Théâtre Lyrique en 1852. Usó de forma sucesiva cuatro teatros diferentes: el Cirque Olympique, el Théâtre Historique, la Salle du Théâtre-Lyrique (ahora Théâtre de la Ville) y la Salle de l’Athénée, hasta que cesó sus operaciones en 1872.
El repertorio diverso de la compañía quebró la estricta organización del mundo operístico parisino al romper el principio por el que cada institución y cada género se correspondían. La compañía tuvo en líneas generales más éxito con las reposiciones de trabajos extranjeros traducidos al francés, particularmente óperas de Gluck, Mozart, Weber y Verdi aunque es más recordada hoy por haber estrenado el Rienzi de Wagner en París y a la vez por haber dado vida a los estrenos mundiales de obras de compositores francess, en particular Les Pêcheurs de Perles de Bizet, Les Troyens à Carthage de Berlioz, Roméo et Juliette y sobretodo Faust de Gounod, la ópera más representada en el Théâtre Lyrique y todavía una de las óperas más populares alrededor del mundo.
Después de que la compañía cerrara sus puertas en 1872, varias compañías de corta vida revivieron el nombre. La más notable fue el Théâtre National Lyrique de Albert Vizentini (1876-1878), pero ninguna tuvo el éxito de la compañía original.