En Suecia, al rededor del 1900. Fredrik Egerman es un exitoso abogado que recientemente se ha casado con una vanidosa jovencita de 18 años, demasiado inmadura para comprender el concepto de matrimonio. Ambos han estado casados por 11 meses, pero Anne todavía protege su virginidad. Mientras tanto, Henrik, el hijo de Fredrik que es mayor que su madrastra, se siente también extremadamente frustrado: es seminarista, pero siente que nadie lo toma en serio. Anne se siente intrigada por él, pero no logra entender lo que significa. Petra, la doncella de Anne, una experimentada y franca joven no mucho mayor que su ama, ofrece sus consejos con poco éxito. Desiree Armfeldt es una prominente y glamorosa actriz relegada a realizar tours en pequeñas ciudades. Madame Armfeldt, su madre, ha tomado a su cargo el cuidado Federika, su nieta. Desiree se presenta cerca de la casa de Fredrik, y él asiste junto a su mujer. Mientras ven la obra, Desiree reconoce a Fredrik: ambos fueron amantes años atrás. Anne, sospechando de las miradas de Desiree, le pide a Fredrik que la lleve inmediatamente a casa. Mientras tanto, Petra ha intentado sin éxito seducir a Henrik. Esa noche Fredrik se acerca a ver a Desiree. Intenta explicarle cuánto ama a su mujer y lo difícil de la situación: once meses sin tener sexo, pese a estar recientemente casado. Desiree, aunque mantiene una relación con el Conde Carl-Magnus Malcom, un militar casado, acepta tener relaciones con Fredrik como un favor para un viejo amigo. Pero poco después el Conde Carl-Magnus Malcom llega sin anunciarse al camarín de Desiree, para encontrar a Fredrik con los pantalones bajos. Logran engañar al Conde, aunque se mantiene extremadamente suspicaz. Una vez con su mujer, la Condesa Charlotte, que está muy al tanto de las indiscreciones de su marido, la persuade para visitar a Anne Egerman, quien fuera compañera de la escuela de su hermana. Así se entera Anne del encuentro entre su marido y Desiree. Cuando Anne recibe una invitación para pasar un fin de semana en la mansión de Madame Armfeldt se niega a asistir, pero es Charlotte quien la convence alegando cuán mayor se verá Desiree en comparación con ella. El Conde, enterado, decide asistir la reunión sin invitación junto a su mujer, con la intención de confrontar en duelo a Fredrik. Una vez que todos arriban a la mansión de Madame Armfeldt, las situaciones se desencadenan rápidamente. Henrik confiesa a Federika su amor por su madrastra, y ella se lo cuenta a Anne. Charlotte intenta seducir a Fredrik para dar celos a su marido y Anne y Desiree intercambian insultos en la cena. Henrik intenta suicidarse, pero no lo logra. Anne confiesa que ella también siente cosas por él, y ambos huyen juntos. Carl-Magnus desafía a Fredrik a la Ruleta Rusa, movido por los celos no tanto de Desiree como de su mujer. Fredrik acepta, pero con mano nerviosa termina solamente rozando su oído. Desiree confirma la sospecha de Fredrik de que Federika es su hija y Fredrik finalmente confiesa su amor por Desiree.