Don Álvaro es un joven noble de Sudamérica que es parte indio y que se ha establecido en Sevilla, donde se enamora de doña Leonora, la hija del Marqués de Calatrava, quien pretende que se ase con un hombre de la más alta cuna. Leonora y Alvaro deciden huír juntos, pero son sorprendidos por el Marqués. Alvaro se entrega, y para hacerlo tira sus armas al suelo, pero el golpe dispara el arma que hiere mortalmente al padre de Leonora, quien muere maldiciendo a su hija. Leonora y Alvaro se separan en la huída. Don Carlo de Vargas, el hermano de Leonora, sale en busca de ambos para vengar la muerte de su padre. Leonora se refugia en un monasterio. El Padre Guardián la recie y le permite permanecer en el monasterio ocultando su verdadero nombre, como ermitaña. Mientras tanto, don Álvaro se ha unido al ejército español baño el nombre de Don Federico Herreros. Una noche salva la vida de don Carlos, que sirve en el mismo ejército bajo el nombre de don Félix Bornos. Se hacen amigos y batallan codo a codo. En una de esas escaramuzas, don Álvaro resulta herido. Confía a don Carlos una valija que contiene un puñado de cartas que él tiene que destruir en el caso de que don Álvaro, como presume, muera. Don Carlos ha jurado no mirar el contenido de las cartas, pero empieza a sospechar de su amigo. Abre la valija y encuentra el retrato de su hermana, y se da cuenta de la verdadera identidad de Álvaro. Al recuperarse, don Carlos lo enfrenta a duelo, pero los soldados los separan a la fuerza. Mientras contienen a don Carlos, el angustiado don Álvaro jura entrar en un monasterio. Así lo hace, e ingresa con el nombre de Padre Rafael al monasterio de Hornachuelos, cerca de donde está la cueva de Leonora, que reza por encontrar la paz en la muerte. Don Carlo llega y le fuerza a luchar. Álvaro lo hiere, y corre a buscar ayuda a la ermita de Leonora. Los amantes se reconocen. Leonora corre a ayudar a su hermano, quien mientras ella se inclina hacia él, la apuñala en el corazón. Leonora regresa con el Padre Guardián y él y don Álvaro rezan al cielo mientras ella muere.
