Hermán, un oficial, se pasa las noches viendo a sus compañeros jugando y apostando a las cartas, pues él no tiene dinero. En el Jardín de Verano revela su amor por una joven a la que ni siquiera conoce el nombre: se trata de Lisa, la prometida del príncipe Yeletsky. Allí mismo se entera de la historia que se cuenta sobre la tía de Lisa, la Condesa, a la que cuando era joven, llegó el secreto de las tres cartas que dan la victoria en el juego. Al tratar de sonsacara a la Condesa el secreto, ésta muere asustada y es su espíritu quien le revela el secreto. Pero en el momento de la partida, la última carta que debe aparecer no es un as, sino una dama de picas, en la que Hermann cree reconocer a la condesa, y viendo esto como la venganza póstuma de la anciana, se suicida.