La edificación del Teatro Metropolitano José Gutiérrez Gómez se levantó sobre un lote de 19.000 metros cuadrados, 10.000 de ellos construidos, es una edificación austera de aspecto severo y noble, se estima que su fachada incluyó 1’200.000 unidades de ladrillos, su sala tiene capacidad para 1.634 espectadores, 1.262 en la platea y 372 en el balcón.
Ubicado en el sector de Alpujarra, es uno de los principales escenarios de la ciudad, ofrece una variada programación durante todo el año. El teatro dispone de espacios destinados a escuelas y ensayos, es sede del Estudio Polifónico de Medellín y de la Orquesta Filarmónica de Medellín.
Pocos años después que los teatros Junín y Bolívar fueran demolidos, la ciudad necesitaba un espacio donde presentar los grandes espectáculos de la música. Esa necesidad se hizo aún más palpable después de la Temporada de Ópera que se realizó a comienzo de los años 70, y que dejó un amplio vacío que puso en evidencia la urgente necesidad de un nuevo teatro y la creación de una entidad que promoviera la cultura en la ciudad.
Con colaboración de 900 empresas privadas de todo Colombia, y junto a la creación de Medellín Cultural y una Asociación sin ánimo de lucro, se recogieron los $ 213 000 000 de pesos colombianos necesarios para su construcción.
Se determinó que el terreno ubicado en la Alpujarra era el mejor, tanto por la cercanía al Centro Administrativo la Alpujarra y al Palacio de Exposiciones, como desde el punto de vista económico.
Pasaron tres años hasta que se escogió el diseño definitivo y por fin se empezó a construir el teatro con una estructura que contempla una cámara de aire de cerca de 2.50 m entre muro y muro que tiene un acabado acústico. El edificio pudo ser terminado, tras una suspención temporal, gracias al donativo del 400 millones de pesos del Banco de la República.
La sala es un espacio sencillo en su trazado y austero en su tratamiento, resuelto en una platea y un balcón con una capacidad total de 1634 sillas. Grandes planos verticales en ladrillo, levemente inclinados, responden al diseño acústico de la sala y dan al recinto un aspecto imponente. Plafones acústicos en concreto y madera suspendidos de la cubierta actúan como reflectores del sonido y establecen las condiciones acústicas de una sala que, dado su carácter múltiple, requiere balances cuidadosos para las diversas funciones que alberga. La escena cuenta con espacios auxiliares y toda la dotación necesaria para eventos de teatro, ópera y conciertos.