Nunca una novela tuvo un impacto tan grande como Les Souffrances du jeune Werther de Goethe en la sociedad de finales del siglo XVIII.

Massenet se inspiró en esta historia de amor imposible y creó su obra maestra lírica, cuyas inmortales han recorrido el mundo. Charlotte solo se casó con Albert por obligación, pero sigue amando a Werther sin admitirlo, y especialmente sin decírselo. A fuerza de ver rechazadas sus insinuaciones, el joven desesperado no ve otra salida que el suicidio. No podrá saborear el amor que la joven le confiesa demasiado tarde. Como observó maliciosamente Claude Debussy, con Werther, Massenet se convirtió en "el historiador musical del alma femenina". Consideraba que su orquesta era un personaje por derecho propio en la ópera, sobre todo porque había logrado transmitirle toda una gama de sentimientos y leitmotivs, como Gounod y Wagner.

La intensa, bella y elegante producción de Bruno Ravella, en asociación con Opera National de Lorraine.